Extraños movimientos estos que se han dado esta campaña en el NOA con los precios del azúcar, cuando todo apuntaba para hacer una zafra con valores holgados por sobre los 0,70 $/Kg. vagón ingenio, el precio se planchó durante prácticamente toda la cosecha.
Hay varias cosas que analizar, y cuando terminemos, queda la sensación que algo no cierra. El “feeling” de unos cuantos años en el sector me dice que hay una maniobra por detrás para seguir fortaleciendo su dominio del mercado por parte de los ingenios llamados “del norte”.
Este año, como todos los años para los azucareros en general, no hubo crédito, y el que consiguieron fu a tasa muy alta. Es bueno recordar que la gran mayoría de los ingenios argentinos están en situación de quebranto técnico, y que solo una serie de “pases mágicos” [por llamarlos de alguna manera] permiten que sus puertas se mantengan abiertas.
No soy contador y en general no me llevo bien con los números, pero lo que quiero decirles es algo así: Si los ingenios, en general [salvo alguna puntual excepción que todos nos imaginamos] manejan su balance aplicando cuanto les cuesta el pago de intereses y la amortización de sus enormes pasivos, ninguno da beneficio. Si los balances no conside-ran los pasivos, entonces dan ganancias.
Una vez me dijo un importante ejecutivo de un importante ingenio que hoy está en manos de un grupo del exterior: el ingenio está en venta, pero quien lo va a querer comprar con lo que debe. Ese año la empresa extranjera tuvo que capitalizar una enorme cantidad de dólares para que se mantuviera a flote, es decir que se comió la deuda que por algún lado la va a tener que amortizar.
El dueño vino a la Argentina [creo que esto ya se los he contado alguna vez] y fue a una reunión sectorial, se puso el traje que había traído y el funcionario importante del ingenio importante le dijo: “Cambiate el traje, ese tiene una mancha de huevo frito en la solapa”, y el dueño de un grupo internacional que responde por más de mil millones de USD le contestó: “No tengo otro traje, yo en la Argentina soy pobre”. Y fue a la reunión con los barones del azúcar locales con su traje de pobre.
Si uno toma el cuadro de la inversión en el ingenio de referencia, el hombre es realmente pobre en Argentina, y no solo es pobre, está fuertemente endeudado. Y este de que cuento esta anécdota es de lo mejor que tenemos en Argentina, además uno con liderazgo bien moderno y buscador de eficiencia.
Ni se quieran imaginar, más allá de los últimos dos buenos años, como están los otros. Uno de los otros, un ingenio medianito de Tucumán, además de las deudas que arrastraba había pedido en la época del 1 a 1 prestamos en divisa, se cae la convertibilidad y si no fuera por los “pases mágicos” tenía que haber cerrado.
Estabamos a un par de meses de iniciar la campaña hace un par de años atrás y no había en el ingenio ningún movimiento, no se trabajaba en el cañaveral, no se hacía el mantenimiento de la planta, nada de nada, y no cobraban los trabajadores dinero que le adeudaba el empresario desde la cosecha anterior [es decir varios meses].
Los obreros habían levantado frente al ingenio una olla popular. El empresario llegó a la localidad en su avión particular y fue a conversar con la sufrida gente tucumana.
“Yo hace meses, ya el año pasado le pedí un crédito a la Caja Popular de Tucumán para hacer frente a todos estos pagos, pero el banco aún no me lo ha concedido”, dijo el empresario azucarero que había llegado en su avión particular para hablar con trabajadores que hacía meses no cobraban y que vivían en línea de absoluta subsistencia.
¡Increíble! Pero esto es Tucumán. Entonces los trabajadores fueron a hacer escándalo frente al banco para reclamar. ¿Qué tiene que ver el banco?, El banco no es socio del empresario.
La realidad era que no le habían dado el dinero [Y para que la Caja Popular no le de plata a un azucarero…] porque tenía varios millones de USD ya tomados y nunca, ni una sola vez había pasado por el banco para pagar siquiera una cuota este empresario que se movía con su avión particular.
Empresarios ricos y empresas quebradas. Historias conocidas en la Argentina, y si no basta leer este informe sobre la CAT llamado “El Affaire Azúcar” que no lo hicimos nosotros, y que estamos editando estos días y que recomiendo, aún cuando sea extenso, su lectura.
Ya dijimos hace un par de días que el ajuste vendrá por el lado del costo y del beneficio en el mundo, en este nuevo mundo que cada día se despierta con el precio del petróleo tocando un nuevo techo.
Y esto no es diferente en Argentina. Entre la suba del gasoil (que es abso-lutamente directa sobre los costos de cosecha de la caña de azúcar), la suba del gas y los servicios, los ajustes salariales, el crédito escaso y caro, los impuestos, etc. el costo de producción del azúcar en Argentina se ha incrementado en más de un 40%.
Una anécdota más: me contaba un productor azucarero grande que no solo aumentó el precio del gasoil, sino que hay que pagarle sobreprecio al distribuidor local, sobreprecio que él paga a su vez a la petrolera, para asegurar que el vital líquido esté a disposición cuando realmente se necesita.
Es decir que hay un incremento de costos normal, y un incremento de costos oculto, y todo suma para achicar el márgen de beneficio del ingenio, que las últimas dos campañas fue muy bueno, y que esta zafra, por lo menos hasta hace unos días atrás era casi como cambiar la plata.
Se han sumado factores concurrentes como ser:
1] El ya comentado aumento de los costos de producción.
2] Una evolución más lenta del mercado interno, y un desarrollo de la exportación [productos elaborados con azúcar] menor que lo esperado.
3] Una campaña que parece será mejor que la esperada y que tocaría el 1.7 millón de toneladas
4] Una exportación que se habría concretado por alrededor de 230 mil toneladas, pero que se está sacando con algo de lentitud [Por lo menos en opinión de muchos dentro del sector], y no pocos hablan de la sangría que la retención que hace el Estado Nacional significa.
5] La falta de crédito y la necesidad de cubrir obligaciones que hace que muchos salgan a ofertar en este mercado de demanda lenta y la consecuencia es la baja de los precios.
6] El valor de los fletes se ha incrementado y cada días se espera vuelvan a subir. A favor está la escasa competitividad del des brasileños este año, mucho más influen-ciados que los argentinos por un cuadro internacional de precios bien sustentado y con tendencia a la suba.
En este cuadro extrañó, o por lo menos a mi me extrañó, que los precios no subieran en Argentina. Ese ojo crítico que uno se ha formado a lo largo de tantos años, ese reconocer con muy finos movimientos estrategias azucareras, me puso a pensar en lo siguiente: Los grandes del norte hace unos años ya han puesto un pié en Tucumán y se han quedado con parte de la producción local.
Los empresarios que llegan de afuera del sector azucarero, caso Arcor, tienen otro negocio. Los pequeños y medianos no tienen posibilidad de opinar y van donde vaya el viento. Los productores grandes han mejorado el valor que piden por su caña a los ingenios, más que lo que el precio del azúcar ha subido en el mercado, consecuentemente están tranquilos, y además tienen una reserva de azúcar [por la maquila] para vender.
Ante este cuadro no tengo duda que los valores van a subir y los van a aprovechar aquellos que menos han vendido. Sacando del mercado las toneladas de la exportación queda como para pasar tranquilo, pero no holgado, la entre zafra argentina. Los precios hoy están ya entre 0,68 / 0,70 $ por Kg. puesto vagón ingenio.
La semana próxima o la otra ya debieran estar holgaditos por encima de los 0,70 $/ KG., y ni que decir si por efecto del fin de año, del aguinaldo anticipado, y otras medidas el mercado reactiva un poco y genera presión de demanda. Hoy, como durante toda la cosecha los ingenios vendieron tranquilos y con plazo razonable, pero no vendieron por largos plazos de entrega (no más de 30 días), ahora tienen seis (6) meses por delante para recuperar ganancias.
No tengo duda que van a recuperar ganancias y que los precios van a subir, porque en definitiva nada ha cambiado en el sector azucarero argentino: sigue protegido, sigue esgrimiendo un “lobby” poderoso, sigue atrasado [salvo honrosas excepciones],.. Nada va a cambiar hasta que se decida uno, el primero, a intentar la doble producción de azúcar más alcohol.